Chiste

Se abre el telón y aparece Alejandro Sanz enculando (¡quién lo pillase!) a Bono (no el de U2, que está buenísimo, sino José Bono, el político).

¿Cómo se llama la película?

Alejandro, Mag no.

De por qué me llaman BoB

Antes de nada, o mejor dicho, de todo lo que tengo que contar, quería exponer los motivos que me empujan a tener un blog. Además de que está súper de moda y todos mis amigos tienen uno (alguno muy bueno, por cierto) veo que necesito expresarme más libremente de lo que habitualmente lo hago. He de reconocer que me cuesta mucho abrirme y ser totalmente franco con los demás, por temor a salir herido, supongo. De ahí que si lo hago desde cierto anonimato creo que podré hablar sin traba alguna de todo aquello que me afecta. Digo yo, vamos.

Así que si alguien me sigue, podrá ver mi corazoncito tal cual es, creo.

Y ahora, al asunto. No voy a deciros mi nombre real pero sí por qué me llaman BoB.

Todo arrancó hace unos años, yo era muy joven, y por entonces salía con un chico muy, muy atractivo pero que no se enteraba de nada.

Desde pequeño siempre quise ser como Brigitte Bardot. Cada vez que echaban una peli suya en la tele me quedaba embobado por su belleza, su atractivo, su, vamos, todo; luego me miraba en el espejo y veía a un niño con una cosa estúpida colgando entre las piernas y me quedaba claro que jamás llegaría a ser como BB.

Pasó tiempo hasta que asumí mi cuerpo de hombre (no mi sexualidad, que siempre la tuve clarísima y bien asumida) pero mi admiración por BB nunca disminuyó, más bien al contrario, por lo que decidí hacerme un tatuaje con sus iniciales.

Lo que más me costó fue decidir dónde inmortalizar las dos letras. Como soy bastante tímida (a veces me referiré a mí mismo/a utilizando el femenino puesto que igual que soy hombre me siento bastante mujer) no quería que el tatuaje estuviese a simple vista, así que tras mucho cavilar decidí que el lugar tenía que ser íntimo, que sólo me lo viesen aquellas personas a las que diese mi..., en fin, culo.

Me hice grabar una B gigante en cada glúteo. Y aquí es donde volvemos a mi antiguo novio, el macizo que no tenía mucha mollera. Aproveché que él estaba fuera una semana para hacérmelo y, de ese modo, darle una sorpresa cuando volviera a verme.

Quedamos, pues, tras su vuelta. Súper ilusionado por que me viese el tatuaje, y por que me atravesara porque por entonces no podía estar ni tres días sin... eso (no quiero que esto sea un pornoblog).

Una vez metidos en faena llegó el momento de que me la clavase. Estábamos los dos tumbados, yo boca abajo y él encima de mí, (umm, quedamos en que no iba a ser un pornoblog), bueno, pues me la... eso con su aliento en la nuca, luego no había tenido ocasión de ver mi bonito tatuaje. Tras varias embestidas me pidió que, con cuidado para no sacársela, pasase de aquella posición a cuatro... digamos a gatas, a la vez que él se incorporaba para ponerse de rodillas. Fue ahí, cuando tras nuevas embestidas se paró a la par que sus dedos recorrían mis glúteos. Ya sabía lo que estaba mirando y le pregunté inocentemente si pasaba algo. Sacó su... tan de golpe que me dolió (no digo que no me gustase) y entonces preguntó con voz de tonto: ¿Quién es BoB?